Descripción
Después del adiós solo queda soledad como después del atardecer solo queda transitar la noche.
Es en esos momentos en los que el sonido del mar se vuelve misterio, y el misterio, oscuridad. Malamado Viognier es, a mi parecer, el mejor compañero para esos momentos, ese sol de noche que logra iluminar tenuemente los recuerdos de tiempos que ya no volverán.