Descripción
Fresco y frutado, este clásico de los vinos argentinos me transporta a un paisaje que tantas veces me ha deslumbrado.
Las últimas horas del crepúsculo a orillas del mar, cuando la luna y el sol se encuentran saludando el vaivén eterno de las olas, que reflejan la incomparable belleza del instante mágico del fin del día.