Serie: Gran Formato

Técnica: Látex sobre tela

Medidas: 90 x 130 cm

Año: 2007

A comienzos de la primavera de 2007 quise representar este cambio de estación tan renovador, con una pintura que en unos simples trazos fuera capaz de insinuar el espíritu de renovación y florecimiento que la caracteriza, en un proceso creativo que para mi fue como una improvisación musical.

Desprendiéndose de un fondo oscuro con matices nocturnos y filosos, como es el fin del invierno, se dibujan etéreas, luminosas y en naranjas, color de la energía, unas hojas y flores antropomorfas, como si fuera una máscara que se materializa lentamente, aún incompleta e indefinida, pero con una intuida  presencia llena de aromas nuevos.

Serie: Gran Formato

Técnica: Látex sobre tela

Medidas: 90 x 130 cm

Año: 2007

Esta obra nació de mi gran admiración por el artista Ciruelo Cabral, a quien tenía pensado homenajear hacía tiempo, reproduciendo alguno de sus míticos dragones. 

La idea de la composición, que integra la cita a dos dragones de Ciruelo al rostro semioculto de una mujer, se generó después de una situación muy violenta por la que atravesé en mi trabajo, y que no solo fui obligada a callar y ocultar, sino que además se me culpó por el ataque físico recibido. 

Mi manera de sublimar tanta injusticia e impotencia fue plasmar en una pintura lo que sentía, detrás del rostro callado y tapado, donde la mirada y la expresión incomodan tanto como la palabra, se desatan la furia de los pensamientos que no pueden ser dichos.

Es un recordatorio de lo cruel que puede ser la sociedad cuando la verdad pone de manifiesto las fallas del sistema instituido, cuando se niega y se culpa a la víctima, algo tan común que espanta, mucho más que cualquier dragón.

Serie: Gran Formato

Técnica: Látex sobre tela

Medidas: 150 x 95 cm

Año: 2007

El tigre es una de las deidades más antiguas de China ocupando un papel muy importante en su mitología y oponiéndose al dragón.

Su fiereza y majestuosidad lo hicieron protagonista de una mitología centrada en la guerra y la muerte, pero también en las transformaciones del espíritu y el acceso al paraíso, así como el renacimiento, la reproducción y una sexualidad exuberante.

Si el tigre, además, es blanco, simboliza la virtud regia. 

Símbolo de la belleza, la fuerza, la perseverancia y la observación, en esta pintura está mimetizada en sus manchas una joven mujer desnuda en actitud de ruego.

Como en un sueño, el tigre nos pide que tomemos consciencia de que somos nosotros quienes debemos proteger las especies animales antes de hacerlas desaparecer por completo de la faz de la tierra.

La obra es un llamado de atención al ser humano, un ruego a que detenga su devastación y aniquilamiento, ya que el tigre, como todos los grandes felinos del planeta y como muchísimas otras especies salvajes, sufren la persecución y caza, la destrucción de sus hábitats y la comercialización de su muerte. 

Serie: Gran Formato

Técnica: Látex sobre tela

Medidas: 140 x 190 cm

Año: 2007

La Alhambra, denominada así por sus muros de color rojizo («qa’lat al-Hamra’», Castillo Rojo), está situada en lo alto de la colina de al-Sabika, en la margen izquierda del río Darro, al este de la ciudad de Granada, frente a los barrios del Albaicín y de la Alcazaba.

Se tiene constancia por primera vez de ella en el siglo IX.

Su arquitectura nazarí constituye el final de una época de esplendor que comenzó en la Córdoba de los Omeyas en el siglo VIII.

Los baños de la Alhambra fueron construidos al este del Palacio de Comares, siguiendo el modelo de las termas romanas.

Así pues, la Sala de las Camas, primera estancia que nos encontramos al entrar en los baños, sería el «apoditerium», que se utilizaba para desvestirse antes del entrar al baño, y posee un espacio cuadrado en el centro, delimitado por columnas, en el que encontramos una fuente y galerías a su alrededor.

Es algo así como un espacio abierto al piso superior, desde cuya galería se dice que el monarca se asomaba para ver a sus mujeres desnudas, y después lanzaba una manzana a aquella que había elegido para pasar la noche.

La pintura nos muestra un instante mágico en el que un baño de la Alhambra toma nueva vida, reflejando en sus aguas un cielo de atardecer.

En ese cielo de agua, una barca espera a la mujer inocente y soñadora que se anime a huir en ella hacia otros mundos de fantasía.

Serie: Gran Formato

Técnica: Látex sobre tela

Medidas: 95 x 135 cm

Año: 2007

Las nebulosas son regiones del medio interestelar constituidas por gases (principalmente hidrógeno y helio) y polvo.

Tienen una importancia cosmológica notable porque son los lugares donde nacen las estrellas por fenómenos de condensación y agregación de la materia, aunque en otras ocasiones se tratan de los restos de una estrella que ha muerto.

Las nebulosas de emisión asociadas a estrellas moribundas o ya fallecidas se denominan nebulosas planetarias (nombre que nada tiene que ver con los planetas reales, son las capas exteriores de la atmósfera de una estrella de masa baja o intermedia que ha finalizado su ciclo de evolución) o restos de supernova (el material liberado en la titánica explosión de supernova que pone fin a las estrellas de alta masa).

La nebulosa Hubble 5, también conocida como Nebulosa Mariposa, es una nebulosa planetaria bipolar o mariposa situada a 2.200 años luz que se formó cuando una gigantesca estrella roja envejecida arrojó sus capas externas.

Esta nueva expansión fue frenada por un anillo de materia estelar expulsada con anterioridad, de modo que, en vez de expandirse en forma de esfera, el gas queda pellizcado en el ecuador.

Esto divide el gas recientemente expulsado en dos lóbulos, desplazados hacia el exterior por vientos estelares procedentes de la estrella central, muy caliente.

Es una de las más brillantes y sorprendentes nebulosas conocidas hasta la fecha y está formada por una enorme masa de gas y polvo cósmico.

En su centro se encuentra una gran manta de partículas de hielo con un corazón que resguarda a una ardiente estrella agonizando.

La obra fantasea sobre la personificación de esta estrella, pero no la muestra en estado de agonía, sino más bien, en un momento de regocijo.

Esta mujer que surge de la nebulosa experimenta un renacimiento, interpretando en esa muerte ineludible la liberación del verdadero ser, tal como sucediera con una oruga que se convierte en mariposa